NO TENGAS MIEDO

Tu vida se me escapa entre las manos, tu aliento cada vez más débil me anuncia que el final está cerca. Y hasta el último momento te cojo la mano para que sepas que no estás sola, pero no, no es el final. Quizás hoy vueles lejos de aquí, lejos de nuestro lado. Lejos de todos aquellos a los que diste la vida, de tus hijos, aquellos que fuiste dando a luz a lo largo de tu vida, hasta un total de siete y alguno más que se quedó en el camino. Fuiste la heroína de nuestras vidas; sin capa, pero con una voluntad férrea y una actitud incansable. Nos enseñaste lo poco que sabías, que era mucho. Nos diste lo poco que tenías y era mucho.

Pero lo más importante, somos lo que somos gracias a ti, sin el más mínimo ápice de duda. Ahora recorremos nuestras vidas sin ti, pero con el convencimiento de que lo hacemos con una parte de ti dentro de nosotros. Por eso no es el final, solo es un punto y aparte, ahora tenemos que aprender a caminar con los pasos que nos enseñaste, con los caminos que nos mostraste.

No tengas miedo, ahora seremos nosotros los que velaremos tus sueños y nuestro mejor homenaje será poner en práctica todo aquello que aprendimos de ti.

No tengas miedo de partir, nosotros estaremos bien y comprendemos que tu lugar ahora está con aquellos hijos que viste partir antes de tiempo y ahora también te necesitan.

Relato participante en el reto de Libros.com: EL DIA DE LA MADRE